domingo, 2 de noviembre de 2008

EL PASTORCICO

1



Un pastorcico solo está penado

ageno de plazer y de contento

y en su pastora puesto el pensamiento

y el pecho del amor muy lastimado.



2



No llora por averle amor llagado

que no le pena verse así affligido

aunque en el coraçón está herido

mas llora por pensar que está olbidado.



3



Que sólo de pensar que está olbidado

de su vella pastora con gran pena

se dexa maltratar en tierra agena

el pecho del amor mui lastimado!



4



Y dize el pastorcito: ¡Ay desdichado

de aquel que de mi amor a hecho ausencia

y no quiere gozar la mi presencia

y el pecho por su amor muy lastimado!



5



Y a cavo de un gran rato se a encumbrado

sobre un árbol do abrió sus braços vellos

y muerto se a quedado asido dellos

el pecho del amor muy lastimado.

ROMANCES SOBRE EL EVANGELIO

I



En el principio morava

el Verbo y en Dios vivía

en quien su felicidad

infinita posseýa.

El mismo Verbo Dios era

que el principio se dezía

él morava en el principio

y principio no tenía.

Él era el mismo principio

por eso dél carecía

el Verbo se llama Hijo

que del principio nacía.

Ale siempre concevido

y siempre le concevía

dale siempre su sustancia

y siempre se la tenía.

Y assí la gloria del Hijo

es la que en el Padre avía

y toda su gloria el Padre

en el Hijo posseýa.

Como amado en el amante

uno en otro residía

y aquese amor que los une

en lo mismo convenía.

Con el uno y con el otro

en ygualdad y valía

tres personas y un Amado

entre todos tres avía,

Y un amor en todas ellas

un amante los hazía

y el amante es el amado

en que cada qual vivía.

Que el ser que los tres posseen

cada cual le posseýa

y cada qual de ellos ama

a la que este ser tenía.

Este ser es cada una

y éste solo las unía

en un inefable nudo

que dezirse no savía.

Por lo qual era infinito

el amor que los unía

porque un solo amor tres tienen

que su esencia se dezía

qu'el amor, quanto más une

tanto más amor hazía.



De la comunicación de las tres Personas.



II



En aquel amor inmenso

que de los dos procedía

palabras de gran regalo

el Padre al Hijo dezía

de tan profundo deleite

que nadie las entendía

sólo el Hijo lo gozaba

que es a quien pertenecía.

Pero aquello que se entiende

desta manera dezía

—Nada me contenta, Hijo,

fuera de tu compañía.

Y si algo me contenta

en ti mismo lo quería

el que a ti más se parece

a mi más satisfazía.

Y el quen nada te semeja

en mí nada hallaría

en ti solo me e agradado

¡o vida de vida mía!.

Eres lumbre de mi lumbre

eres mi sabiduría

figura de mi substancia

en quien bien me complazía.

Al que a ti te amare Hijo

a mí mismo le daría

y el amor que yo te tengo

ésse mismo en él pondría

en razón de aver amado

a quien yo tanto quería.



De la creación



III



—Una esposa que te ame

mi Hijo darte quería

que por tu valor merezca

tener nuestra compañía

y comer pan a una mesa

del mismo que yo comía

porque conozca los bienes

que en tal Hijo yo tenía

y se congracie conmigo

de tu gracia y loçanía.

—Mucho lo agradezco Padre,

—el Hijo le respondía—

a la esposa que me dieres

yo mi claridad daría

para que por ella vea

quánto mi Padre valía

y cómo el ser que posseo

de su ser lo recevía.

Reclinarla e yo en mi braço

y en tu amor se abrasaría

y con eterno deleite

tu bondad sublimaría.



Prosigue



IV



—Hágase pues —dixo el Padre—,

que tu amor lo merecía.

Y en este dicho que dixo

el mundo criado avía.

Palacio para la esposa,

hecho en gran sabiduría

el qual en dos aposentos

alto y baxo dividía.

El baxo de differencias

infinitas componía

mas el alto hermoseava

de admirable pedrería.

Porque conozca la esposa

el Esposo que tenía

en el alto colocava

la angélica jerarchía

pero la natura humana

en el baxo la ponía

por ser en su compostura

algo de menor valía.

Y aunque el ser y los lugares

desta suerte los ponía

pero todos son un cuerpo

de la esposa que dezía:

Que el amor de un mismo Esposo

una esposa los hazía.

Los de arriva posseýan

al Esposo en alegría

los de abaxo en esperança

de fee que les infundía

diziéndoles que algún tiempo

él los engrandecería

y que aquella su baxeza

él se la levantaría

de manera que ninguno

ya la vituperaría

porque en todo semejante

él a ellos se haría

y se vendría con ellos

y con ellos moraría

y que Dios sería hombre

y que el hombre Dios sería

y trataría con ellos

comería y bebería

y que con ellos contino

él mismo se quedaría

hasta que se consumase

este siglo que corría

quando se gozaran juntos

en eterna melodía

porque él era la cabeça

de la esposa que tenía

a la qual todos los miembros

de los justos juntaría

que son cuerpo de la esposa,

a la qual él tomaría

en sus braços tiernamente

y allí su amor le daría

y que assí juntos en uno

al Padre la llevaría

donde del mismo deleite

que Dios goza gozaría

que como el Padre y el Hijo

y el que dellos procedía

el uno vive en el otro

assí la esposa sería

que dentro de Dios absorta

vida de Dios viviría.





Prosigue



V



Con esta buena esperança

que de arriva les venía

el tedio de sus trabajos

más leve se les hazía

pero la esperança larga

y el deseo que crecía

de gozarse con su Esposo

contino les affligía.

Por lo qual con oraciones

con suspiros y agonía

con lágrimas y gemidos

le rogavan noche y día

que ya se determinase

a les dar su compañía.

Unos dezían: ¡O, si fuesse

en mi tiempo el alegría!

Otros: Acava Señor

al que as de embiar embía.

Otros: ¡O si ya rompieses

essos cielos y vería

con mis ojos que baxases

y mi llanto cessaría!

Regad nuves de lo alto

que la tierra lo pedía

y ábrase ya la tierra

que espinas nos produzía

y produzga aquella flor

con que ella florecería.

Otros dezían: ¡O dichoso

el que en tal tiempo sería

que merezca ber a Dios

con los ojos que tenía

y tratarle con sus manos

y andar en su compañía

y gozar de los misterios

que entonces ordenaría!





Prosigue



VI



En aquestos y otros ruegos

gran tiempo pasado avía

pero en los postreros años

el fervor mucho crecía,

quando el viejo Simeón

en deseo se encendía

rogando a Dios que quisiese

dexalle ver este día.

Y assí el Espíritu Sancto

al buen viejo respondía

que le dava su palabra

que la muerte no vería

hasta que la vida viesse

que de arriva descendía

y que él en sus mismas manos

al mismo Dios tomaría

y le tendría en sus braços

y consigo abraçaría.





Prosigue la Encarnación.



VII



Ya que el tiempo era llegado

en que hazerse convenía

el rescate de la esposa

que en duro yugo servía

debaxo de aquella ley

que Moysés dado le avía

el Padre con amor tierno

desta manera dezía:

—Ya ves Hijo que a tu esposa

a tu ymagen hecho avía

y en lo que a ti se parece

contigo bien convenía

pero diffiere en la carne

que en tu simple ser no avía.

En los amores perfectos

esta ley se requería

que se haga semejante

el amante a quien quería

que la mayor semejança

más deleite contenía;

el qual sin duda en tu esposa

grandemente crecería

si te viere semejante

en la carne que tenía.

—Mi voluntad es la tuya

—el Hijo le respondía—

y la gloria que yo tengo

es tu voluntad ser mía

y a mí me conviene Padre

lo que tu Alteza dezía

porque por esta manera

tu vondad más se vería

veráse tu gran potencia

justicia y sabiduría

yrélo a dezir al mundo

y noticia le daría

de tu belleza y dulçura

y de tu soberanía

yré a buscar a mi esposa

y sobre mí tomaría

sus fatigas y trabajos

en que tanto padecía

y porque ella vida tenga

yo por ella moriría

y sacándola del lago

a ti te la bolvería.



Prosigue



VIII



Entonçes llamó a un archángel

que Sant Gabriel se dezía

y embiólo a una donzella

que se llamava María

de cuyo consentimiento

el misterio se hazía

en el qual la Trinidad

de carne el Verbo vestía.

Y aunque tres hazen la obra

en el uno se hazía

y quedó el Verbo encarnado

en el bientre de María.

Y el que tiene sólo Padre

ya también madre tenía

aunque no como qualquiera

que de varón concevía

que de las entrañas de ella

él su carne recevía

por lo qual Hijo de Dios

y del hombre se dezía.



Del Nacimiento



IX



Ya que era llegado el tiempo

en que de nacer avía

assí como desposado

de su tálamo salía,

abraçado con su esposa

que en sus braços la traýa

al qual la graciosa madre

en un pesebre ponía

entre unos animales

que a la sazón allí avía

los hombres dezían cantares

los ángeles melodía

festejando el desposorio

que entre tales dos avía

pero Dios en el pesebre

allí llorava y gimía

que eran joyas que la esposa

al desposorio traýa

y la madre estava en pasmo

de que tal trueque veýa

el llanto del hombre en Dios

y en el hombre el alegría

lo qual del uno y del otro

tan ajeno ser solía.

CANCIONES DEL ALMA

¡O llama de amor viva,

que tiernamente hyeres

de mi alma en el más profundo centro!

pues ya no eres esquiva,

acava ya, si quieres;

rompe la tela de este dulce encuentro.



¡O cauterio suave!

¡O regalada llaga!

¡O mano blanda! ¡O toque delicado,

que a vida eterna save

y toda deuda paga!,

matando muerte en vida la as trocado.



¡O lámparas de fuego,

en cuyos resplandores

las profundas cabernas del sentido

que estava obscuro y ciego

con estraños primores

calor y luz dan junto a su querido!



¡Quán manso y amoroso

recuerdas en mi seno

donde secretamente solo moras

y en tu aspirar sabroso

de bien y gloria lleno

quán delicadamente me enamoras!

CANTAR DE LA ALMA

¡Qué bien sé yo la fonte que mana y corre,

aunque es de noche!.



I



Aquella eterna fonte está ascondida.

¡Que bien sé yo do tiene su manida

aunque es de noche!



II



Su origen no lo sé pues no le tiene

mas sé que todo origen della viene

aunque es de noche.



III



Sé que no puede ser cosa tan bella,

y que cielos y tierra beben della

aunque es de noche.



IV



Bien sé que suelo en ella no se halla

y que ninguno puede vadealla

aunque es de noche.



V



Su claridad nunca es escurecida

y sé que toda luz de ella es venida

aunque es de noche.



VI



Sée ser tan caudalosos sus corrientes,

que infiernos cielos riegan y a las gentes

aunque es de noche.



VII



El corriente que nace desta fuente

bien sé que es tan capaz y omnipotente

aunque es de noche.



VIII



El corriente que de estas dos procede

sé que ninguna de ellas le precede

aunque es de noche.



IX



Aquesta eterna fonte está escondida

en este vivo pan por darnos vida

aunque es de noche.



X



Aquí se está llamando a las criaturas

y de esta agua se hartan, aunque a escuras

porque es de noche.



XI



Aquesta viva fuente que deseo

en este pan de vida yo la veo

aunque es de noche.

COPLAS DE EL ALMA

Vivo sin vivir en mí

y de tal manera espero

que muero porque no muero.



I



En mí yo no vivo ya

y sin Dios vivir no puedo

pues sin él y sin mí quedo

éste vivir qué será?

Mil muertes se me hará

pues mi misma vida espero

muriendo porque no muero.



II



Esta vida que yo vivo

es privación de vivir

y assí es contino morir

hasta que viva contigo.

Oye mi Dios lo que digo

que esta vida no la quiero

que muero porque no muero.



III



Estando ausente de ti

qué vida puedo tener

sino muerte padescer

la mayor que nunca vi?

Lástima tengo de mí

pues de suerte persevero

que muero porque no muero.



IV



El pez que del agua sale

aun de alibio no caresce

que en la muerte que padesce

al fin la muerte le vale.

Qué muerte abrá que se yguale

a mi vivir lastimero

pues si más vivo más muero?



V



Quando me pienso alibiar

de verte en el Sacramento

házeme más sentimiento

el no te poder gozar

todo es para más penar

por no verte como quiero

y muero porque no muero.



VI



Y si me gozo Señor

con esperança de verte

en ver que puedo perderte

se me dobla mi dolor

viviendo en tanto pabor

y esperando como espero

muérome porque no muero.



VII



Sácame de aquesta muerte

mi Dios y dame la vida

no me tengas impedida

en este lazo tan fuerte

mira que peno por verte,

y mi mal es tan entero

que muero porque no muero.



VIII



Lloraré mi muerte ya

y lamentaré mi vida

en tanto que detenida

por mis pecados está.

¡O mi Dios!, quándo será

quando yo diga de vero

vivo ya porque no muero?